FINANZAS DESCENTRALIZADAS. Uno de los principales valores de las criptomonedas

Por 23 diciembre, 2021 No Comments

Como ya vimos en reiterados artículos, los motivos para el crecimiento exponencial de las criptomonedas son varios y no siempre razonables. Sea por moda, tendencia, especulación, confianza en la tecnología y / o desconfianza en las inversiones tradicionales (o todas juntas), lo que resulta indiscutible es que en los últimos dos años el sector ha tenido el crecimiento sostenido más grande de su historia (sobre todo considerando la adopción y cantidad de proyectos).

En esta oportunidad nos proponemos analizar una de las bonanzas que trae esta tecnología y algunas de sus aplicaciones: la descentralización y en particular relacionada a la segunda moneda en capitalización de mercado. Si bien es un término que se utiliza muchas veces en el mundo cripto para referirse a distintas características podemos decir que todo proyecto de criptoactivos se basa sobre una cadena de bloques que está replicada en más de una computadora (millones alrededor del mundo). Mientras al menos una permanezca prendida y conectada a esa cadena de bloques (que no todas usan la misma, pero eso es entrar más en detalle y no es el objetivo en este caso), la misma se podrá replicar y seguirá funcionando. Esta acepción de “descentralización” es la que otorga la seguridad informática de la que siempre hablamos.

Si bien la mayoría de las personas que hoy conocen Bitcoin piensan que es algo nuevo, no lo es tanto (ni tampoco fue el primero). Recomendamos leer el artículo de White Sight y su línea de tiempo, es notorio en qué poco tiempo se precipitan los hitos más grandes. La nota explica que desde 1989 existen proyectos para contar con monedas que no dependieran de un Estado. Como pasa habitualmente, innovar antes que la sociedad esté lista para aceptarlo, suele terminar mal; no fue hasta que Bitcoin se consolidó como proyecto y en enero de 2009 realizó la primera transacción sobre blockchain que la descentralización fue una posibilidad. Pasaron 20 años desde la primera moneda digital hasta la concreción de la primera transacción, un período de incubación de la idea descomunal.

Llevando la atención a monedas “más avanzadas” como Ethereum, podemos ver que empezaron a desandar otro camino por demás interesante. Ya no se trataba solamente de comprar un activo digital y poder venderlo esperando un mejor precio, sino que da la posibilidad para que estos activos digitales empiecen a crear valor en sí mismos. Las nuevas cadenas de bloques permiten la integración de “contratos inteligentes” (en otro artículo analizaremos cuánto tienen de cada uno) mediante lenguajes de programación más complejos que permiten transacciones inmediatas y pueden transformar la economía a nivel global. El contrato inteligente es un código diseñado para ejecutar una orden en caso que se cumpla una condición: “si Bitcoin pasa de USD 50.000, vendé el 50% de mi tenencia”. Llevado a un extremo (que hoy no se corrobora), podría programarse para que “cuando llegue el embarque a la Aduana, paga al proveedor de mi billetera virtual a la suya la suma de $100.000 USDT”; de ocurrir, revolucionaría las posibilidades en materia de comercio exterior y pondría mucha presión sobre las aduanas para modernizarse.

Si bien hay muchas monedas que tienen mayor velocidad de transacción y costos más bajos que ETH, vamos a concentrarnos en ésta por ser la principal, más consolidada y por ende más “segura” como inversión (aunque probablemente no sea la que más potencial de crecimiento tenga al haber otras menos difundidas). La nota de iProUp que dejamos como referencia, es bastante clara respecto a su importancia y capacidad de transformación de las finanzas a nivel global (más allá de su valuación).

La posibilidad de correr aplicaciones descentralizadas (dApps) abre un universo de posibilidades de proyectos que se pueden construir sobre la cadena de bloques de ETH. Ya no estamos ante una blockchain “lineal” sino que es un tronco sobre el que se pueden ramificar innumerables opciones. Dejo una infografía de todos algunos tipos de proyectos que existen sobre esta cadena.

La minería en ETH también es bastante más sencilla, requiere una inversión menor para iniciar, las máquinas que minan ETH sirven para otras monedas y tienen menor impacto ambiental. Fue una explotación que creció tanto en los últimos años que causó faltantes de ciertos componentes a nivel global.

Volviendo al ecosistema más tradicional de ETH, este aporta valor tanto a proyectos de compra y venta, medios de pago, billeteras virtuales, validadores de identidad, mercados de compra y venta, monedas estables, compañías de seguros y empresas que se dedican a otorgar préstamos y colocar inversiones sin plazos fijos con condiciones mucho más competitivas que los bancos tradicionales. Sobre estos últimos proyectos es que se centran los análisis al expresar que las Finanzas Descentralizadas (DeFi) son una verdadera herramienta de democratización del acceso al crédito y oportunidades de ahorro.

Que un particular a partir de una billetera virtual de Terra y un contrato inteligente en Anchor pueda obtener rendimientos en dólares del 19% anual o que una PyME o particular sin necesidad de presentar 3 balances pueda acceder a financiación, representa un cambio de paradigma fundamental. Obviamente en estos casos es importante conocer cuál es el análisis de riesgo que hacen estos proyectos a la hora de otorgar esta financiación para conocer las chances (que siempre existen) que no se devuelvan los fondos prestados en tiempo y forma.

No es un consejo financiero ni de inversión, solamente pongo de manifiesto el potencial transformador de herramientas que permiten que la población en general no solo deje de utilizar monedas emitidas por Bancos Centrales como medio de pago, sino que también pueden utilizarlas como forma de ahorro y financiamiento. La maduración y evolución de este ecosistema tiene la vitualidad de poner en jaque no solo la soberanía monetaria de los países, sino también la necesidad y utilidad de los bancos.

Además de DeFi (que tuvo un boom en 2020 y 2021) existe la posibiidad de programar nuevas monedas que funcionen sobre la blockchain de ETH (y que en muchos casos superan a la cadena original en algunas aplicaciones) y / o interactúen con ella. Esto explica la gran proliferación de monedas que se vio en este último mercado alcista; las principales pueden consultarse acá. Resulta particularmente interesante el proyecto Brave, un navegador parecido a Google Chrome que le “paga” al usuario por ver publicidad en lugar de forzarlo a verla para poder acceder a contenido.

Otra de las alternativas que permite ETH es la de “depositar / bloquear” (staking) ETH en un contrato inteligente, en cuyo caso, al finalizar el contrato intelingente, se devolverá la misma cantidad de ETH con un interés en la misma moneda. Esto está relacionado con la actualización que se espera ya hace un par de años de ETH 2.0, que implica mejoras en la operatividad de la red. En tal caso, los ETH que se ingresan al contrato inteligente no se pueden disponer hasta tanto no se cumpla la condición del mismo.

Como desarrollos más nuevos nos encontramos las Decetralized Autonomous Organizations (DAOs) que están orientados a ser organismos de gobernanza y toma de decisiones automáticas, dándole votos a quienes poseen cierta cantidad de monedas que pueden tomar decisiones sobre el futuro del proyecto. En base a este modelo de organizaciones, hay muchos proyectos de inversión en donde se otorgan monedas a quienes invierten y entre todos los inversores deciden financiar (o no) distintas empresas e iniciativas. Esto se realiza por fuera de cualquier agencia o control gubernamental y en muchos casos de forma anónima. Más sobre DAO en este artículo.

Sin embargo, en estos últimos meses, las estrellas de ETH (y de todo el ecosistema) son otras: los tokens no fungibles (NFTs) y el Metaverso (impulsado principalmente por Facebook y el mundo del gaming). Respecto a los NFTs tienen la particularidad que cada uno es único. En cualquier otra moneda 1 BTC es igual y vale lo mismo que otro y lo mismo con ETH; los NFT son irrepetibles y no se pueden sustituir por otro. La aplicación más común es la representación de una obra de arte digital en donde la blockchain funciona como certificado de originalidad de la obra. Un proyecto que está particularmente bien explicado es Origin.

Con respecto al Metaverso son representaciones virtuales de personajes, parcelas y otros elementos que pueden ser utilizados en redes sociales, juegos y demás programas. Las mismas son generadas por usuarios y luego pueden ser comercializadas dentro de las propias plataformas con ganancias descomunales en algunos casos. Otra corriente que está ganando mucha adopción es el “jugar para ganar” (“play to earn”), en donde los propios juegos recompensan a los usuarios con monedas virtuales por conseguir ciertos objetivos en el juego.

En este primer acercamiento, no estamos profundizando en ninguna vertical de criptomonedas en particular ni entrando en definiciones más complejas como pueden ser los pools de liquidez, proyectos de yield farming y / o cómo funcionan las monedas estables. La idea en esta oportunidad es dar un pantallazo de los principales desarrollos tecnológicos sobre blockchain hasta 2021, teniendo en cuenta que casi ninguna de las aplicaciones mencionadas tenía gran relevancia hasta hace 2 años aproximadamente. Lo vertiginoso de estos desarrollos, hace necesario que quienes interactuamos con este mundo y asesoramos a los empresarios que lo componen, necesitemos estar en constante capacitación y actualización. Las posibilidades que trae esta tecnología es aún inimaginable.

Diego J. Nunes

Abogado

Estudio Nunes & Asoc.