En el contexto de las reuniones laborales, es común que se sirva comida para los asistentes (lo mismo ocurre en empresas que cuentan con comedores). Sin embargo, también es frecuente que parte de estos alimentos terminen sobrando y, lamentablemente, en muchos casos, se desperdicie.
Tomando un caso reciente, el pasado mes de junio, nuestro socio Diego Nunes, recibió a su grupo de Vistage Argentina y luego de la reunión, como era esperable, sobró comida. Pero de ninguna forma íbamos a permitir que no se aproveche. La acción que vamos a comentar surge de su experiencia como coordinador de Proyecto Plato Lleno, cuyo slogan es #LaComidaNoSeTira.
Preparados para esta situación, se cuidó a la comida. En primer lugar, se refrigeró y conservó adecuadamente durante todo el evento. Entre los colaboradores del Estudio, mediante una organización adecuada, tomamos medidas para que no sea desperdiciada.
En base a nuestra experiencia compartimos propuestas para mejorar el impacto de las reuniones laborales:
Planificación precisa de los eventos
Una de las formas más efectivas de abordar este problema es mediante una planificación precisa. Al ajustar la cantidad de comida ordenada según el número real de asistentes, se puede minimizar la cantidad de excedentes. Esto no solo ayuda a reducir el desperdicio, sino que también optimiza los recursos financieros de la empresa.
Colaboración con Organizaciones
Establecer relaciones con comedores y ONGs como Plato Lleno puede ser una solución práctica y beneficiosa. Estas organizaciones están equipadas y preparadas para recoger los excedentes y redistribuirlos a personas que realmente lo necesitan. A través de una colaboración constante, las empresas pueden asegurarse un doble beneficio, hacerse cargo de la responsabilidad que les compete por haber comprado alimentos de más en su destino final, mejorar la huella de carbono de la empresa y los eventos (reduciendo basura y gases de efecto invernadero) y contribuyendo con las organizaciones que lo necesiten (generando un impacto social positivo).
Contenedores Reutilizables y Distribución Interna
Tener a disposición contenedores reutilizables para que los asistentes puedan llevarse la comida sobrante es una práctica sencilla y muy eficaz. De esta manera, se promueve la reutilización de materiales y se facilita la distribución de alimentos. Puede dar un poco de vergüenza traer los contenedores de nuestra casa, pero es una práctica que puede implementarse.
Asimismo, crear un protocolo interno para que el personal de la oficina sepa que puede llevarse la comida sobrante al final del evento es otra forma de asegurar que nada se desperdicie. Otra alternativa es ofrecerla a contratistas del edificio (personal de mantenimiento, limpieza, encargados, seguridad, etc.)
Concienciación y Cultura Corporativa
Incluir en la agenda de las reuniones un recordatorio sobre la importancia de no desperdiciar comida y cómo los asistentes pueden contribuir es fundamental. Fomentar una cultura de responsabilidad y sostenibilidad dentro de la organización es clave para que estas prácticas se integren de manera natural en el día a día empresarial. La educación y la concientización son herramientas poderosas para cambiar hábitos y promover un comportamiento más sostenible. Estas charlas también pueden hacerse en alianza con organizaciones con experiencia en el rubro.
Conclusión
Las pequeñas acciones pueden tener un gran impacto cuando se trata de reducir el desperdicio de alimentos en reuniones laborales. Desde una mejor planificación y la colaboración con organizaciones locales hasta la concienciación del personal, cada esfuerzo cuenta. Implementar estas prácticas no solo es una cuestión de responsabilidad corporativa, sino también una manera de contribuir a un mundo más sostenible y equitativo. Cada comida que se aprovecha es un paso hacia un futuro más consciente y respetuoso con los recursos que tenemos.
