Si bien la regulación de cripotactivos está avanzando a pasos agigantados en todo el mundo, nos resulta interesante analizar algunos casos en particular que empiezan a adquirir relevancia. Más allá de los cambios en algunos de los países bálticos (Letonia y Estonia) respecto a su postura sobre la regulación cripto (en un comienzo muy proclive a recibir empresas e inversiones de esta industria y ahora pensando en regulaciones más estrictas), empiezan a aparecer iniciativas nacionales en otros países menos tradicionales en la industria del conocimiento (y algunos que no quieren perder la oportunidad de mantenerse a la vanguardia como Ucrania).
Una novedad interesante se encuentra en la encuesta realizada por el medio especializado Cointelegraph, en donde se releva que la mayoría de las personas prefiere una regulación nacional y no una uniforme dentro de toda la Unión. Es importante recordar que la Unión Europea es la única unión transnacional con una facultad legislativa colectiva y nivel de integración tal que podría pensarse en una única norma aplicable a todos los países.
Desde un enfoque práctico, tener las mismas reglas en casi todo el continente ayudaría mucho para lograr el cumplimiento de normas por parte de usuarios y plataformas, facilitando la interoperabilidad. Sin embargo, parece no ser lo que la población prefiere. En particular, parece ser sobre todo una oposición al contenido de las normas propuestas por la Comisión Europea, no tendría tanto que ver con la metodología.
Resulta interesante lo que ocurre en Ucrania. El medio iProUp cubrió la noticia en forma inicial. El proyecto de ley que está en análisis del Parlamento busca un marco regulatorio que dé mayor seguridad jurídica a los inversores. Se le da una legitimidad y reconocimiento a los criptoactivos y solo resta la aprobación presidencial. La ley permitirá transaccionar dentro de un sistema claro activos como BTC, ETH, USDT y otros que hasta ahora no tenían un estatus legal ni estaban prohibidos.
También tiene definiciones muy necesarias para poder regular cualquier actividad relacionada a criptoactivos. No se puede regular ni cobrar impuestos sobre lo que no está legalmente definido. Entre otros se define a los activos como billeteras virtuales y claves privadas. También se crea un organismo específico que se ocupará de regular estos mercados; esto es muy saludable, ya que las agencias de control financiero tradicionales no tienen la flexibilidad ni los conocimientos de esta tecnología y mercados necesarias para regular mercados tan dinámicos y volátiles. Con esto, el país busca subirse a la carrera por inversiones cripto de cara al 2022; su mercado tiene un flujo diario de US$ 37.000, y esperan que con las nuevas regulaciones ello se incremente notoriamente.
A medida que vayamos teniendo novedades de distintos países, iremos actualizando el presente artículo.
Diego J. Nunes
Abogado
Estudio Nunes & Asoc.