ImpactoTech & Crypto

Crypto de impacto

Por 22 noviembre, 2023 No Comments

Como escribimos hace años en este espacio, si bien existió durante mucho tiempo una retórica relacionada al impacto ambiental negativo del ecosistema y tecnologías crypto para el ambiente, abogamos por un estudio más comprensivo, que tenga en cuenta los activos y pasivos ambientales que cada solución propuesta traía. Ya en el artículo sobre Blockchain y Sustentabilidad de 2022 tratamos esta posibilidad, continuando con la nota acerca las Ecofintechs, combinando finanzas descentralizadas con remediación ambiental (lo que en forma alguna podría considerarse que tiene un impacto ambiental negativo).
A partir del cambio de concepto en diversos actores importantes en el mundo de las inversiones y la política de ESG (agenda de inversión que analiza el ambiente, lo social y gobernanza de los proyectos; bastante alineado al triple impacto), principalmente el fondo Blackrock, cada vez más voces se fueron levantando a favor del impacto ambiental del ecosistema crypto. Un buen ejemplo es la carta que firmaron diversos entusiastas del ecosistema (incluso antes de este cambio de grandes grupos de inversores); si bien la misma se encontraba dirigida a frenar una investigación ambiental contra granjas de minado porque supuestamente estaba sesgada, es interesante su punto. La responsabilidad de la huella de carbono no es exclusiva del consumo o los usos que se le dé a la energía eléctrica, sino a que la generación sigue siendo de fuentes fósiles. Ello implica que el principal problema es la matriz energética. Lo que se deja de lado en esta defensa es el gran consumo que generan las empresas de minería, que deberá ser sopesado con el impacto ambiental negativo que generan los bancos, entidades financieras tradicionales y la emisión monetaria.

Es llamativo como, casi en el mismo mes que empezamos a ver interés institucional en los criptoactivos, los mismos medios y analistas que alegaban que la huella de carbono de las criptomonedas era cuasi apocalíptica, empiezan a apoyar a este sector de la economía y a decir que “considerando todo”, el efecto de migrar todo el sistema financiero tradicional a un ecosistema crypto sería positivo para el ambiente (en línea con nuestra postura inicial respecto a que la información de los primeros informes era sesgada e incompleta). Probablemente la respuesta esté en algún lugar entre medio: Bitcoin y las crypto no van a salvar ni condenar al planeta. Poniendo un poco de números sobre esta narrativa, nos parece interesante el artículo de Beincrypto que cubre el informe de Bloomberg sobre las emisiones de la minería de BTC.
Nos encontramos con diversos proyectos que, conscientes del impacto ambiental que genera la tecnología sobre la que operan, nacen con un férreo compromiso de compensar la totalidad de su huella de carbono. Tal es el caso de Algorand, que, además de impulsar proyectos con impacto positivo, como AgroToken, tienen una política de compensación de su huella de carbono, lo que hace a través de su Fundación. Ello fue cubierto en la siguiente nota de BeInCrypto .
Uno de los proyectos que llamó nuestra atención son las Cryptogranjas que cubrió Infonegocios hace algo más de un año. Si bien el artículo parce más una publinota del proyecto de economía circular, nos parece interesante la trayectoria de 6 años en donde un fideicomiso al costo alimenta una planta de energía sustentable con biodigestores que alimenta máquinas de minado de criptomonedas, a la vez que ofrecen un Token Verde. La presente mención no es de forma alguna una recomendación de inversión, solamente ponemos de manifiesto como, mediante una importante innovación y combinación de instrumentos, herramientas y tecnologías existentes, se puede generar un proyecto sustentable no solo en lo económico, sino que también en lo ambiental.
Otros proyectos que nos parecieron interesantes y fueron cubiertos por BeInCrypto son Chimpzee y Ecoterra. De nuevo, no estamos dando consejos financieros, sino mostrando proyectos innovadores que favorecen al ambiente. Chimpzee es un mercado de NFTs (en donde los usuarios pueden comprar tokens y monos virtuales a la vez que ayudan a la protección de especies en extinción y sus ecosistemas (de acuerdo a la empresa), incluso con la posibilidad de invertir los tokens y obtener rendimientos. Recordamos que antes de realizar cualquier inversión, deberán chequearse que estas declaraciones y todas las demás que hace la empresa detrás del proyecto sean creíbles; hacer una investigación propia y a conciencia es fundamental para evitar caer en estafas.
Respecto a Ecoterra, es un poco más complejo, ya que no es solo un token, sino que es un ecosistema completo para proyectos que, a través de blockchain, quieran colaborar con el ambiente y generar un impacto positivo. Entre otras iniciativas, dentro del mismo existen proyectos para premiar el reciclado, un mercado de materiales reciclados o reutilizables, etc.

El aumento en la conciencia ambiental (sobre todo de las generaciones más jóvenes), junto con el interés por las criptomonedas, parecen augurar un gran mercado alicista en 2024 para diversos proyectos de este sector, combinando ganancias e impacto positivo. Como siempre, es fundamental evitar caer en estafas y reforzar nuestra atención en materia de ciberseguridad. Al respecto recomendamos leer nuestros artículos sobre Beast Masters y Delitos a través de crypto (primera y segunda entrega) para saber algunos puntos a los cuales conviene estar alertas.

Diego J. Nunes
Socio
Estudio Nunes & Asoc.

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