Una vez más, Argentina no puede ser medida con la misma vara que los demás países, ecosistemas y mercados. Si bien es un concepto que se menciona en reiteradas oportunidades, en este artículo hacemos una enumeración de algunas que encontramos al cierre del primer semestre de 2022 que tienen distintas implicancias.
Nivel de informalidad
Según la encuesta que se mire, se estima que entre el 40 y 50% de la economía se encuentra fuera de registro. Esto implica amenazas y oportunidades para los proyectos FinTech. Si bien algunas empresas (las menos) buscan el anonimato de sus usuarios, cada vez son más las plataformas que requieren un pormenorizado detalle de los datos personales de sus clientes (KYC), lo que brinda transparencia.
Esto implica que las operaciones a través de Procesadores de Servicios de Pago (PSP) de proveedores centralizados no son para nada anónimas. Si bien lo analizamos en nuestro artículo sobre AFIP embargando billeteras virtuales, reiteramos que las cuentas no bancarias están cada vez más en la mira de las autoridades. Por ahora solamente estamos viendo embargos sobre deudores ya determinados administrativa o judicialmente pero según cómo evolucione el desenlace de la guerra regulatoria y judicial entre la Banca tradicional, las FinTech y los entes reguladores, la información de las operaciones a través de PSP podría utilizarse en forma proactiva para determinar inconsistencias fiscales.
Las empresas del sector Fintech resisten embates sobre la información de sus usuarios (que tienen, pero no quieren compartir) diciendo que las autoridades tienen disponible la información solicitada por otras vías. Con esto en mente, es claro que las aplicaciones y el uso de billeteras virtuales centralizadas no resulta atractivo para quienes no declaran sus operaciones. El dinero en efectivo es mucho menos rastreable (pero cada vez más resistido).
Valor de los billetes
Siguiendo con el hilo del punto anterior, los billetes de pesos cada vez valen menos. No tener billetes de mayor denominación, la devaluación y la alta inflación sostenida, hacen que el billete de mayor denominación valga menos de 5 dólares (y se siga depreciando). Esto hace que cualquier operación, incluso pequeña, que se quiera hacer en pesos billetes, reviste un esfuerzo logístico que no tiene sentido. Si bien los billetes dificultan el rastreo de operaciones, realizar constantemente operaciones en pesos billetes es impracticable. Esto genera un desincentivo para este medio de pago y, lentamente, desplaza el uso de efectivo.
En esta línea, es llamativa la postura asumida por ADEBA (asociación que representa a los bancos tradicionales), pidiendo la sustitución del dinero en efectivo por digital. En su Iniciativa (IDDA) fundamentan con el impacto negativo ambiental, económico y financiero esta necesidad. Si bien la misma está más orientada a una moneda digital de un banco central (CDBC) y / o la representación virtual de monedas fiduciarias (FIAT), no deja de sorprender que los propios bancos estén pidiendo mayor tecnología y acelerar el cambio de paradigmas en el manejo del dinero.
Pagos con QR
Sin perjuicio del alto nivel de informalidad, la adopción de medios de pago digitales crece también a pasos agigantados. No solo el uso de tarjetas de crédito y débito tradicionales, sumados a transferencias a billeteras virtuales. A esto, hay que agregar todo lo referido a Transferencias 3.0, interoperabilidad de cuentas y pagos con código QR.
Los hábitos de consumo y pago, sumado a las facilidades que trae esta tecnología, impulsan definitivamente una mayor registración de la economía. Sobre este tema, recomendamos el siguiente artículo de El Cronista.
Tipo de cambio
Entre diversos impuestos, retenciones, instrumentos y regímenes especiales, existe en Argentina un desdoblamiento de hecho en el tipo de cambio. El dólar al precio oficial es inaccesible en casi todos los casos y se logra únicamente a través de autorizaciones expresas para casos puntuales.
El ahorrista casi nunca puede acceder a través del banco a comprar dólares y esto hace que cada vez sean más atractivas las monedas estables (forma de dolarizarse y se pueden comprar con pesos) y las crypto. Este gran atractivo también fue motivo de la Telenovela Crypto Bancaria que vimos recientemente en el país; este tema también lo cubrió iProUp.
Sin perjuicio de las trabas y complicaciones que traen estas restricciones, son en sí mismas una oportunidad de negocio. Existiendo hoy más de un 100% de diferencia entre el valor ficticio mantenido por el gobierno y el valor que el mercado le da al peso contra el dólar, hay casos en donde las empresas y particulares pueden hacer una especie de “arbitraje” seleccionando a qué tipo de cambio les conviene liquidar cada operación que deben llevar adelante. Si bien rara vez este mecanismo reporta
ganancias en términos reales, es un instrumento lícito para protegerse de la devaluación constante del peso.
Dólar Crypto
Uno de los “nuevos tipos de cambio” que más revuelo generó este último mes fue el “dólar crypto”, que no es más que el tipo de cambio del peso contra las monedas estables, según el sistema de liquidación que usan (dólar MEP o CCL). Sin embargo, tiene una diferencia sustancial, el dólar crypto “opera” 24 horas del día, 7 días a la semana.
Como no se trata de un mercado formal y las criptomonedas no tienen horario de apertura y cierre, los fines de semana operan como si fuese un lunes. La oscilación del valor mientras los principales mercados están cerrados (MEP y CCL) tiene que ver con lo que se especula que ocurra a la apertura del día siguiente. En fines de semana muy convulsionados (como la salida de un Ministro de Economía un sábado), esta cotización puede “despegarse” mucho de las demás a la espera de una noticia (buena o mala). Al respecto, dejamos la nota de Ámbito que cubría lo ocurrido con la salida de Martín Guzmán
Restricción de acceso al mercado por compra de crypto
En una medida que llama la atención, pero no sorprende a nadie el Banco Central (BCRA) mediante su Comunicado “A” 7552 prohíbe a empresas y / o particulares que hayan comprado criptomonedas en los últimos 90 días operar en el mercado de cambio oficial. Más allá de la gravedad de esta medida intempestiva, pudiendo bloquearle las operaciones de comercio exterior por 3 meses a empresas que hicieron operaciones totalmente lícitas, es “razonable” en base a la cosmovisión imperante.
Si se considera que el dólar oficial está “subsidiado” (artificialmente bajo), es esperable que el gobierno intente que, quienes se beneficien de este régimen no utilicen el mismo para acceder a otros activos fuera de su control. Dicho esto, la falta de capacidad técnica de la norma hace que queden abiertos dos serios interrogantes: 1) cómo se enteran si el interesado accedió al mercado de criptoactivos y 2) cómo se consideran los activos en poder de los servicios centralizados como las Exchange.
Respecto al primer punto, resta definir hasta qué punto las empresas que ofrecen servicios relacionados a criptomonedas se encuentran alcanzadas en un régimen de información y qué datos deben publicar y ante quién. Mientras esto no sea resuelto a nivel regulatorio y judicial, es una incógnita que se mantendrá vigente. Nótese que una situación es la de los PSP, regulados por el Banco Central, y otra la de las plataformas de compra y venta de criptomonedas; si bien unas no suelen operar sin las otras, pueden ser empresas diferentes.
Sobre el segundo punto, es importante destacar que, en sistemas centralizados como las Exchange, quien tiene los criptoactivos es la plataforma y le asigna una parte de los mismos al usuario. En tal sentido, si una persona compra criptomonedas en una Exchange, no habría cumplido con la condición de “recibir criptoactivos” si no lo transfiriese a una billetera fuera de la plataforma que sea de su titularidad directa. De más está decir que, el hecho que estas noticias lleguen a un medio como Cointelegraph no ayuda al clima de negocios local. Sin embargo, refleja oportunidades para empresas que permitan operar en estos mercados de forma más ágil y legalmente.
Giro de remesas
La migración a nivel mundial se encuentra en récords históricos, como bien cubre iProfesional, por lo que el giro de remesas es un negocio en constante crecimiento. Factores como la inflación, devaluación y restricciones cambiarias, sumados a un sector importante de jóvenes que abandonan el país y / o trabajan para el exterior, hacen de Argentina un destino particularmente interesante para proyectos que permiten este tipo de operaciones transnacionales de manera ágil. Sobre trabajadores argentinos prestando servicios para el exterior desde su casa y cobrando en criptomonedas, recomendamos este artículo de Infobae.
Infraestructura tecnológica
Si bien en las grandes ciudades la conectividad es buena y es raro encontrar personas sin dispositivos desde los cuales acceder a una plataforma FinTech, es cierto que esto no se da en forma uniforme a lo largo y ancho del país. Esto puede significar un desafío adicional a la hora de generar una “democratización de las finanzas” a través de estas herramientas.
Esta “grieta” se suma a las diferencias que puedan existir culturales, de educación y económicas. El potencial de las FinTech está ahí, pero, en varios casos, para desarrollarlo en forma completa, será necesario que la propuesta vena acompañada de “hardware”. Ello también puede ser una oportunidad para empresas dispuestas a brindar este tipo de infraestructura.
Conclusión
Como lugar para hacer negocios relacionados a las finanzas y tecnología, la Argentina y sus particularidades representan tantas amenazas como oportunidades. Es importante poder contar con un mapeo exacto de las necesidades y problemáticas para poder desarrollar soluciones innovadoras y lucrativas. Desde nuestro Estudio, siempre estamos a disposición para ayudar a estos proyectos transformadores que mejorarán la agilidad de las operaciones y ampliarán el alcance de la inclusión financiera.