Siempre desde este espacio hablamos de la importancia y las ventajas que trae la descentralización en materia de libertad, resistencia a la censura, privacidad estabilidad de las redes, seguridad, etc. Pero, ¿qué pasa cuando un proyecto no es descentralizado?
En el mundo privado, seguramente está bajo un gran escrutinio: ser considerado como Valor por la SEC, potenciales acusaciones de fraude, alteración de mercados, etc. Pero mientras que la centralización tiende a ser perseguida en el mundo privado, en el sector público es algo deseado ¿y deseable a la vez?
Como seguramente ya adivinaron quienes nos leen hace tiempo, este artículo no se trata de proyectos que impulsan la descentralización y libertad financiera, sino, todo lo contrario, de iniciativas públicas, centralizadas y destinadas a un mejor y mayor control y trazabilidad de las operaciones. Resulta llamativo como, pese a compartir la misma base tecnológica, este tipo de proyectos no puede ser más diferente uno del otro. Como ya escribimos suficiente dentro del blog sobre los proyectos descentralizados, voy a hacer un párrafo para explicar lo que es una CBDC (por sus siglas en inglés, Central Bank Digital Currency).
Éstas se diferencian principalmente de las Monedas Estables por su emisor. Mientras que las CBDCs son emitidas por Bancos Centrales (los mismos que emiten el dinero tradicional), las monedas estables son emitidas por compañías privadas que “garantizan” tener fondos suficientes para siempre poder redimir cada token por una unidad de medida de cada moneda (en general, dólares estadounidenses). Como en estos casos uno “compra riesgo” de la empresa que emite los tokens, recomendamos hacer una buena investigación sobre la solvencia; basta con revisar lo que ocurrió con Terra Luna. En las CBDCs uno compra el riesgo y credibilidad del estado emisor.
Antes de adentrarnos específicamente en las iniciativas globales que, con mayor o menor éxito, están aplicándose en materia de CBDCs, hay un proyecto público interesante a cubrir (no solo por la posibilidad de tener adopción masiva, sino por la importancia de quienes lo promueven): FedNow.
Estados Unidos
FedNow es un servicio creado por la Reserva Federal de Estados Unidos que permite a las instituciones financieras transferir fondos en tiempo real, 24 horas al día, 7 días a la semana y 365 días al año. Entre otros problemas del sistema financiero actual, viene a resolver los largos tiempos de espera para giros de remesas y el hecho de no poder hacerlas en días inhábiles. El objetivo de FedNow es revolucionar el sistema de pagos, al permitir transferencias de fondos en todo momento y en tiempo real (por ahora, solo dentro de Estados Unidos).
Esta inmediatez le va a permitir competir con otros sistemas de pago ya establecidos, como PayPal (similar a MercadoPago en Argentina) y las distintas criptomonedas. Esto podría afectar a las crypto, sobre todo las que únicamente se considera que tienen valor transaccional (por su inmediatez). Esto puede llevar a incentivar la innovación dentro del espacio FinTech para seguir desarrollando usos que agreguen valor, más allá de una transacción rápida (mejores tarifas, calidad de servicio, nuevas funcionalidades, etc.).
FedNow, al ser un proyecto gubernamental, viene con la mayor de las regulaciones y auditorías. Vale decir que no existe (al menos hasta donde se explicó públicamente) ningún tipo de dato anónimo o privado. El Gobierno de Estados Unidos es el que opera el sistema y tiene todos los “derechos de administrador” para ver lo que quiera en tiempo real.
Este ecosistema mega controlado y regulado podría llevar a buscar una mayor regulación de la industria de las criptomonedas. Con la experiencia adquirida, la Reserva Federal podría establecer nuevas normas y regulaciones para abordar preocupaciones genuinas o eliminar a la competencia.
Insisto, es un sistema de pagos, no una CBDC; pero allana el camino para lo que podría ser el dólar digital. Al respecto, dejo el siguiente artículo de Volantetech. La principal diferencia entre el sistema de pagos y la CBDC radica en su propósito y función. No reemplaza el efectivo ni sirve como representación digital del mismo, sino que simplemente agiliza la transferencia de fondos dentro de los Estados Unidos. Una CBDC es una forma digital de la moneda fiduciaria emitida por un Banco Central, respaldada por el gobierno central y regulada como tal por el país que la emite.
Tal como cubre Forbes, es interesante cuestionarse los altercados legales que este nuevo proyecto puede traer por negativa de licencias a empresas privadas (bancos relacionados a la industria crypto) que las solicitaron para un sistema de pagos similar. Por otro lado, BeinCrypto narra el lanzamiento de FedNow trajo bastantes incógnitas al mundo crypto. Si bien es un nuevo competidor en materia de remisión instantánea de valores, no parece cubrir las demás necesidades que el ecosistema descentralizado ofrece: seguridad, resistencia a la censura, privacidad y descentralización, entre otras.
Peligros de las CBDCs
Volviendo a las CBDCs, una de las principales críticas que se les hace es la posibilidad que, por cualquier motivo, el gobierno emisor de la moneda pueda decidir bloquear o incluso hacer desaparecer los fondos existentes en una cuenta o, peor aún, relacionados a una persona (o un grupo determinado). El solo hecho que exista la posibilidad fáctica que las personas en el poder puedan por sistema capturar los fondos de un grupo específico (como minorías étnicas, opositores políticos y / o criminales) hace que sean proyectos a analizar con mucha cautela, ya que, obviamente, es deseable la última pero no las primeras dos.
Si esto se suma a la posibilidad de contar con documentos de identidad completamente digitales (identidad digital) y que ambos sistemas se encuentren interconectados, bastaría a cualquier gobierno con emitir una orden (con o sin autorización judicial) para dejar completamente fuera del sistema a ciertas personas. Esto es equivalente a una pena que, por suerte, fue eliminada del derecho positivo hace muchos años denominada “muerte civil” (el condenado no podía llevar adelante ningún acto jurídico en la sociedad).
Argentina
En Argentina, el candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa, habló en medio del debate presidencial sobre generar una moneda digital, en línea con los acuerdos alcanzados con el FMI y su postura anti-crypto. Esto fue cubierto tanto por medios tradicionales como por los especializados internacionales y, aparentemente, llegó a esbozarse en un proyecto de ley. Siendo un proyecto completamente contrario a la visión económica del Presidente Electo Javier Milei, será un proyecto que quedará en la nada (al menos por cuatro años).
Vale la pena destacar que, en un país de tan alta emisión e inflación como la Argentina, con una balanza comercial tan negativa y desequilibrada, haber tenido la posibilidad de emitir sin necesidad de siquiera imprimir billetes, podría haber terminado en una catástrofe en materia de gasto público.
Nigeria
Yendo a los países que sí fueron por este camino, resulta ineludible mencionar a Nigeria, primer país con una CBDC funcional. El eNaira es la iniciativa del Banco Central de Nigeria (CBN) en este sentido para “promover la inclusión financiera y reducir la dependencia del efectivo en el país”. Como nota de color, Nigeria tiene una comunidad crypto ferviente, restricciones cambiaras y complicaciones con la inflación similares a la Argentina (aunque más atenuadas), sumada a una crisis de efectivo.
El eNaira fue lanzado en noviembre de 2021 como parte de un esfuerzo para modernizar el sistema financiero nigeriano. Es una CBDC respaldada por el gobierno nigeriano y se puede utilizar para transacciones comerciales. Su principal ventaja es que permite a los usuarios realizar transacciones más rápidas y seguras en comparación con el uso de efectivo. Según el gobierno nigeriano, además, ofrece a los usuarios una mayor privacidad y seguridad en comparación con los sistemas de pago tradicionales.
El gobierno se encuentra haciendo sus mayores esfuerzos para lograr la mayor adopción posible, pero las estadísticas sobre su uso y éxito difieren según las fuentes consultadas. Considerando las restricciones cambiarias, es lógico que sea la segunda moneda más utilizada en Nigeria.
La adopción actual del eNaira es considerable y ha experimentado un crecimiento significativo desde su lanzamiento. El valor de las transacciones de eNaira ha alcanzado los 47,7 millones de dólares, Nigeria ha generado más de 10 mil millones de eNairas para compensar la escasez de efectivo.
El gobierno tiene todo tipo de incentivos para el uso del eNaira (como descuentos en ciertos servicios). A pesar de ello, su adopción aún es menor del 0,5% de la población total del país.
Más allá de la información oficial, aprovechamos nuestra alianza internacional Alliott Global Alliance para obtener una referencia de una profesional reconocida de dicha jurisdicción respecto al funcionamiento real de esta CBDC. Nkiruka Onigbanjo, contadora y socia en G. E. Osagie & Co. nos comenta: “El eNaira busca incluir más personas en el sistema financiero y potenciar la economía. Sin embargo, hay obstáculos que superar, como lograr que la gente lo use, hacer que sea compatible con otros sistemas de pago y mantenerlo seguro. Más allá de estos desafíos, creo que el eNaira tiene el potencial de cambiar la forma que las personas usan el dinero en Nigeria en el largo plazo.”
China
Otro país en el que las CBDCs son una realidad es China. Tal como anticipábamos en nuestro artículo, China se encuentra desde hace mucho tiempo fuertemente orientada a desarrollar (y ahora potenciar) el uso de su moneda digital. El primer paso fue restringir la competencia, prohibiendo el uso de criptomonedas a cualquiera de sus ciudadanos y / o residentes (lo que llegó de forma sorpresiva, ya que China era uno de los principales mineros de BTC).
De acuerdo a BeInCrypto, el Yuan Digital alcanzó el hito de registrar US$250.000 millones en transacciones. Con un régimen mucho más estricto (como ya cubrimos, en donde no solo se aplican incentivos, sino grandes sanciones en caso de incumplimiento) el gobierno de China sigue avanzando a paso firme en que su gran población empiece a usar en forma habitual su CBDC, al punto tal que es un tema central en el mundo financiero de dicho país.
Otros países
Algunos países que han avanzado en el desarrollo o implementación de CBDC (con distintos grados de avance) son Bahamas, Jamaica, el Banco Central del Caribe Oriental, Sudáfrica, Túnez, Marruecos, Kenia, Francia, Corea del Sur, Canadá, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Ghana y Uruguay. Compartimos esta nota al respecto por si resulta de interés, al igual que la cobertura de Forbes.
Mención aparte hacemos al Euro digital, por el complejo entramado de consensos que deben generarse para que llegue a ser una realidad (pese a ser una de las primeras iniciativas en el mundo al respecto, parece ser de las que más lejos está en su posible implementación total). Se ha avanzado en los últimos años, pero aún está en etapa de desarrollo y no se ha implementado completamente en todos los países que han adoptado el euro. El Banco Central Europeo (BCE) trabajó con los bancos centrales nacionales de la zona del euro para estudiar la conveniencia de introducirlo, al menos como alternativa para reducir el efectivo y en favor de la digitalización. A pesar de los avances, aún existen preocupaciones y retos en cuanto a la pérdida de privacidad. El BCE ha realizado una consulta pública sobre el euro digital con resultados poco favorables y ha avanzado en la fase de investigación.
Otra iniciativa para seguir de cerca es la posibilidad que los BRICS (grupo de países conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) desarrollen una moneda para transacciones internacionales que pueda competir con el dólar. Más allá de las implicancias económicas y geopolíticas, podría ser la primera moneda digital nativa. Sin embargo, no sería una CBDC porque no estaría respaldada por un banco central, y habría que definir cómo se establece dicho respaldo, ya que el bloque no comparte ninguna moneda.
Conclusión
Hasta tanto los Bancos Centrales no ofrezcan prueba contundente que las CBDCs no van a ser utilizadas para persecuciones políticas y / o de cualquier tipo y que cuentan con mayor seguridad informática que las criptomonedas, no parece que vayan a poner en peligro la adopción de estas últimas. En todo caso, es la disrupción crypto la que, con la amenaza de hacer desaparecer la supremacía de los bancos centrales en materia financiera, los obliga a innovar para no quedar obsoletos.
Pese a que algunos proyectos parecen estar más avanzados que otros, el principal caso de uso de las CBDCs (y FedNow) sigue sin ofrecerse ni promocionarse: la posibilidad de hacer transferencias internacionales inmediatas en dichas monedas entre cuentas que estén radicadas en bancos alrededor del mundo y entre personas o empresas que no se encuentren en el mismo país. Esto sí podría ser una disrupción en materia de comercio exterior que cambie la forma de hacer negocios internacionales, especialmente si se integra con los sistemas de aduanas y declaraciones juradas, favoreciendo la transparencia y trazabilidad.
Para ello, además de complicaciones tecnológicas, hay un trasfondo jurídico por demás intrincado: para que sea posible es necesario, al menos, reconocer como moneda de curso legal y / o divisa la CBDC utilizada en todos los países que intervengan en la operación. La única moneda con adopción suficiente hoy como para estar un poco más cerca de dicho fin es el dólar estadounidense y, como vimos, solo se está pensando en un sistema de pagos por ahora (no una moneda digital); quizás sea muy tarde para cuando quieran desarrollarla.